domingo, 13 de diciembre de 2015

LENGUA Y LITERATURA EN NUESTRO SISTEMA EDUCATIVO (ESPAÑA)



Como dijo Aristóteles No hay que empezar siempre por la noción primera de las cosas que se estudian, sino por aquello que puede facilitar el aprendizaje".


Durante la ESO, el sistema educativo atiborra con fechas y nombres a los alumnos, pero se preocupa poco de enseñarlos a expresarse con propiedad, a organizar las ideas, a estructurar un texto… Tampoco llevan la teoría a la práctica. Por ejemplo, enseñan durante cuatro años morfología y sintaxis, pero nadie les dice qué utilidad tienen, ni cómo se usan. Las típicas redacciones sobre las vacaciones solo sirven para corregir la ortografía, se valora poco el texto en sí. La solución sería tan simple como dedicar la misma atención a aprender literatura que a enseñar a crearla.
Por otro lado, la lectura se introduce en la vida de los niños de forma placentera, con cuentos que contienen una moraleja, con personajes fantásticos, otros con los niños se identifican. Pero al llegar a la secundaria, los jóvenes, se encuentran con tochos insufrible como el Quijote o La celestina; y estas lecturas no hacen sino aumentar en el Bachillerato.
Es innegable que obras como las que he mencionado anteriormente tienen  una gran importancia y deben ser conocidas, pero, ¿es esta la forma correcta de introducir a los jóvenes en la lectura ? No. Esta manera de imponer la lectura lo único que provoca en ellos es rechazo y pereza. Debería introducirse en las aulas como disfrute, como forma de evasión; no como una obligación: no se puede obligar a nadie a apreciar la poesía de Machado o la narrativa de Delibes.
Hay otras maneras más fluidas de llegar a esos grandes clásicos como, por ejemplo, introducirlos poco a poco en los géneros a través de libros más sencillos e influenciados por esas grandes obras. Seguramente estas lecturas (claramente más atractivas para un muchacho de 15 años) los lleven a otras, hasta alcanzar a Cervantes, a García Márquez , a Lorca y a otros muchos.
En definitiva, estos dos problemas: una introducción a la lectura sin anestesia y no enseñar a los alumnos a escribir, condicionan negativamente su forma de ver la literatura.

¿Qué opináis vosotros?

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